
Comienzo este refugio, este ambiente, este paisaje, como espacio personal donde poder regar gota a gota esta constante lluvia que es el sentir, palpar e imaginar, a la que llamamos vida.
Y en día lluvioso lo inauguro, le concedo esencia, le brindo razón de ser. Para que los hados le acompañen desde el primer instante, y tal vez, sólo tal vez, me regalen un poco de ellos.
Que la humedad y el frescor que acompañan a la lluvia cuando cae y resbala por una cara abierta a ella os acompañen a cada uno, y poder sentiros a la par vivos y como en un sueño, al igual que me sucede a mí.
Que la fértil lluvia os acompañe.
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ResponderEliminarCierto es que la lluvía nos hace sentir vivos...
ResponderEliminarA veces cuando llueve admiramos el repiqueteo de las gotas de agua posandose sobre los cristales de nuestra ventana e incluso su sonido nos acompaña hasta quedarnos dormidos, recordandonos que hay vida fuera de las cuatro paredes que nos cobijan.
En otras ocasiones, corremos bajo la lluvía para ponernos a cubierto y evitar que el agua helada caiga sobre nosotros.
Y otras veces queremos simplemente sentirla, y caminamos bajo las nubes dejando que el agua nos cubra, y en las noches más frías ese agua helada puede causarnos incluso dolor si caminamos descalzos sobre ella... Pero en el fondo el dolor, nos recuerda que seguimos vivos.
BOSQUE
ResponderEliminarCruzas por el crepùsculo.
El aire
tienes que separarlo casi con las manos
de tan denso, de tan impenetrable.
Andas.No dejan huellas
tus pies.Cientos de árboles
contienen tu aliento sobre tu
cabeza.Un pájaro no sabe
que estás allí,y lanza su silbido
largo al otro lado del paisaje.
El mundo cambia de color: es como el eco
del mundo.Eco distante
que tu estremeces, traspasando
las últimas fronteras de la tarde.
Angel González (Palabra sobre palabra)